26.4.16

IV

Sienta,
exhale... respire
llene los pulmones de brisa.
Piense
medite
suelte
déjese de ataduras sin salidas.
Escuche su interior
realice a favor de él
equilibrese,
no busque fuera lo que no está en usted.
Quiera sin miedos,
arriesgue los días,
venda el alma al diablo,
que para eso es la vida.

25.4.16

otra vez no

Es tarde en la noche. Vuelven las mismas cuestiones imposibles de razonar, que invaden los pensamientos sin importar lo que realmente importa de pensar. Coloca un jazz, se prende uno. Algo en su interior se reconforta. La música habla sin hablar. La sensación negativa desaparece. Ya es momento de no volver a repetir el mismo loop una vez más. Círculos viciosos en los que andamos desesperados sin parar. Ya está. Es ahora. Todo empieza y termina por algo. Todo vuelve una vez más. Es momento de cambio, de no dejarse contagiar con tóxicos absurdos que no saben observar. No justifica, vales más. Si no lo pueden manejar, allá ellos, no sirve de nada convencerse de lo que uno no es. Porque uno es lo que quiere ser, no lo que los otros quieren que seas. Hablan y hablan por demás. Desconocen, inventan, fantasean, ¿qué más da? Si quien duerme contigo soy yo, quien conoce tu interior, quién sabe donde te gustan los besos y donde guardas tus más profundos secretos. No es necesario ocultar, ya nos conocemos, vos y yo. Formemos un equipo, trabajemos en conjunto, saquemos esto adelante. Cortemos los placeres innecesarios, los desengaños, las historias que no van a ser. Ya fue. Levantarse, aprender y seguir. Rodearse de amor, de energía, de vida. Que la vida es ahora y no dos meses después. Cada quién con su viaje, su historia y su desinterés. Conectar, soltar, abrazar, dejar. No dejarse lastimar. Resistir. Dejar el dolor y los miedos a un lado. Conocerse. Matar fantasmas. Sobrevivir a la historia. Expresarse. Sentir.

19.4.16

se acerca

Empezó ese momento en que se hace difícil dormir. Me contaron alguna vez que esto sucede, pero no quise creer y ahora... ahora me pasa. El camino recorrido se acerca a la meta. Tengo los pasajes en mis manos. Hay una fecha, una hora y un número de vuelo. Hay un comienzo hacía este sueño que tanto soñé. La espera se vuelve bipolar: muta del miedo a la extrema alegría en segundos. Intento tildar en mi mente todas aquellas cosas que quedan pendientes. Lo que no da el tiempo para concretar, ya fue. Lo demás: despedirlo, verlo, llevarlo conmigo. No quiero olvidarme de nada, quiero dejar todo en orden. Es raro este momento, este fiel descuento de las horas en que mi cabeza lo sabe pero mi cuerpo no lo puede creer. Se acerca. Es real. Así de raro se siente que un sueño se va a convertir en realidad.

13.4.16

Esos días

Hay días en que me despierto y lo que queda en la jarra de leche no alcanza para llenar mi taza; y al procurar una bolsa llena, no sólo no logro encontrarla en la heladera, sino que no la hay. Esos días empiezan mal. Y voy a lavar un vaso y se me quiebra en la pileta; y termino de colgar ropa y se larga un chaparrón; y piso baldosas flojas y mancho el pantalón; y corro a la parada y no alcanzo al bondi; y paso por bedelías y hay una cola que inunda el hall; y llego a clase tarde y no queda nadie; y llamo a varias personas sin alguna contestación; y estoy trabajando en corel y se me apaga el computador; y quiero subir a casa y no funciona el ascensor; y prendo la luz del cuarto y estalla la bombita; y voy a prender una vela y no encuentro un encendedor; y me pego una ducha y se acaba el agua del calefón. Y decido por acostarme, y descubro que las sábanas siguen tendidas fuera, todavía bajo agua. Hay días que son de esos días. Empeñados en desequilibrarte.

Cosas lindas de la vida.

9.4.16

III

Mírate al ombligo, ¿qué ves? Míralo, detente un momento, quédate observando... ¿te ves a vos? ¿o ves al personaje que te dejaste crecer?

4.4.16

Ser

Soy llanto y emoción. Soy energía en constante mutación. Soy transformación. Soy el peso que cargo sobre mis hombros. Humilde soy. Soy las veces que lo intento. Soy lo que perdí y lo que gané. Soy lo que aprendo. Soy lo que escribo en el papel. Soy maleable y sensible. Puedo ser cruel. Soy la agonía del niño que llevo dentro. Soy madurez.

27.3.16

fuentes de amor


Al Pont des Arts, en París, se le rompió una reja debido al peso de los candados; no soportó tanto amor. Mi hermana, siendo pequeña, colocó un candado con su nombre y el del nene que le gustaba en la fuente de 18 y Yí; siquiera se dieron un pico de escuela. Una vez vi un candado que sujetaba un destapador, me resultó el más sincero y eterno amor -según interpreto- a la cerveza.

Seguro existen las parejas aficionadas a estancar su amor en cuanta reja encuentran. Tantos candados dejados en tantas fuentes en busca de fortalecer el amor... Me pregunto, ¿cuántos más candados en fuentes se colocan, más "eterno y fiel" se vuelve el amor? Me pregunto, ¿cuántas de esas historias siguen vivas aún hoy?

No es mi intención ofender, sólo que no logro asociar las rejas, los candados y las fuentes a un símbolo de amor. Más bien me sugiere una condena, un estar encadenado, encarcelado, atado para siempre... ¿Eterno amor? Creo que no. Considero que el único amor eterno es el propio. Los demás son libres y compañeros, aparecen cuando tienen que aparecer y duran lo que tienen que durar; según cuanto se rieguen y cuanto se cuiden.

Sugiero asociar el amor con nuevos símbolos, que en vez de atar, den alas. El amor tiene que ser libre, sano, sereno. Alimento de energía y de alegrías, que regale abrazos y sonrisas. El amor es comprensión, respeto, confianza, contención, protección. Es poder ser, actuar, expresar y sentir libremente. El amor no tiene miedos, y para nada necesita estar sujeto en forma de candado a una reja cualquiera.

26.3.16

Obsesión no es amor (una carta cualquiera)


Bebe, ¿qué fue lo que nos pasó? Recuerdo los fines de semana que nos íbamos para afuera, o las tardes en que fumábamos en el parque y reíamos sin parar. Te gustaba compartir un vino con la naturaleza, sentarte cual loto y observar. Siempre me impresionó como eso te serenaba -a vos, que nunca parabas de hablar-. Recuerdo como te piraba la mente el cielo estrellado, las noctilucas, la luna compañera. Recuerdo tu inmensa sonrisa ante cosas tan simples como éstas. Yo no entendía mucho, ni del mar, ni del cielo, ni de todos esos cuelgues tuyos, pero disfrutaba tu compañía. Te abrazaba por la espalda abrigándote el corazón de la noche fría, me gustaba sentir tu calma y tu calor, tu respirar tranquilo ante esa inmensidad que tanto te encantaba. Cuando veías una estrella fugaz te sobresaltabas y me pedías que observara el cielo, que yo también podía verlas y pedir deseos. Pero nunca tuve tu fortuna ni tu paciencia, ni más deseos para pedir que ese momento que vivíamos. Además, tu simple presencia me distraía de observar... Pero quizás tendría que haberte escuchado, y haberme detenido un instante en búsqueda de una estrella, y haberle deseado que siempre estuvieras. Pero no lo hice, porque no lo entendía y es probable que aún no lo entienda. Recuerdo esas tardes en que llorabas y repetías que así no aguantabas más, que querías irte de mi y de esta ciudad. Y un día desperté y no estabas, a veces me castigo pensando que te dejé marchar, y otras veces comprendo que tu alma era demasiado libre como para quererla enjaular... Y yo no entendía de otras cosas que no fueran ataduras, vos me lo explicabas, pero siempre fui sordo para escuchar. Y me dolió, porque no fuiste capaz de dejar una nota, ni de volver a llamar. No sabía como encontrarte y extrañaba las noches en vela charlando en la inmensidad, extrañaba tu abrazo acurrucado en busca de abrigo y las mañanas en que me despertabas hambrienta de deseo, extrañaba el placer de sentir tu piel en mi piel y extrañaba poder llenar el espacio con tu risa, tu locura y hasta con tu amargura. Te extrañaba completa, a todo lo que sos -o a lo que en ese momento eras-.

Ahora ya hace un tiempo que no te extraño más, más por costumbre que por realidad, porque me cansé de buscarte y no encontrarte. A veces caigo en la duda de si fuiste real... pero te recuerdo y te siento en el pecho, aunque ya no lo llenes. En mi prendiste algo que me fue imposible apagar. Supongo que eso era amor, por lo menos lo que vos me dabas. Yo era muy verde para entenderlo e involucrarlo y sólo demandaba. Hoy si veo algunas de las cosas que me explicabas. Si pudiera regresar en el tiempo... pero no puedo... y opto por distraerme con cualquier mujer, pero siempre acabo buscándote... Y vuelvo al comienzo, a extrañarte otra vez. Siempre dijiste que tengo que curar esta obsesión, recuerdo tus palabras como si fuera hoy: "sólo demandas, nunca devolves amor". Y puede ser... porque cuando te tuve no te quise, y ahora que no estás, hace años que te espero. Y al saber que no vas a volver, más te deseo.

Ojalá un día me leas y me escribas. Ojalá no falte tanto para ese día. Yo aquí estoy, escuchando las agujas del reloj en mi casa frente al mar -que elegí porque se que te va a gustar-. Por las noches, salgo en busca de estrellas fugaces, con la esperanza de que te traigan de vuelta de donde sea que te hallan llevado.

Abrazo grande bebe.

18.3.16

Cordón umbilical

Al mirarte el ombligo, pensas? El único momento en que no pienso es cuando me inunda el placer. Después, intento siempre pensar en lo que me hace bien. Tomar decisiones que construyan y fortifiquen. Mirar alrededor, empatizar, reconocer, ver, sobre todo ver. Y en base a lo que veo, actuar... actuar por mi bien. Cuestiono cosas y trato de comprender. Aprendo. Crezco. De a momentos reparo en mí, quizás demasiado, miro mi cuerpo reflejado en el espejo y me reconozco. Me ofrezco una sonrisa de regalo. Observo el ombligo y me detengo en ese lugar -siempre me gustó esa parte de mi-, dibujo su contorno con la yema del dedo. Mi mirada y ese huequito que me supo alimentar, que aún me alimenta y que a veces me consume. Detenida ahí, observando, pienso?

13.3.16

II

Cuando ya no camine por estas tierras, quiero haber dejado marcas; no importa en quién, ni qué tan profundas sean. Lo que me importa es ser luz y, desde otras vidas, seguir iluminando nuevas vidas.

Ser influencia.

9.3.16

La única prueba que posees de que tus recuerdos no son enteramente engañosos es el hecho de que a veces incurres en la misma forma de pensar.

[Paul Auster]

a vos mujer

A vos mujer, que cuando te miras en el espejo te reconoces, que no te preocupan los kilos, ni el maquillaje, ni las cicatrices en la piel.
A vos, que te sabes linda y fuerte, y vas por la vida vistiendo una sonrisa porque te queda bien.
A vos, que pagas el pecado de Eva sufriendo una vez al mes.
A vos, madre protectora, que podes crear vida en tu vientre y morir por defender.
A vos, loca histérica, que sos capaz de escupir al mundo sin pensar, pero que una vez tranquila, volves a pedir perdón.
A vos, que sos más sensible que un golpe en el dedo meñique del pié, pero nunca te quebras.
A vos, que tenes motivaciones, y la capacidad de decidir y luchar por concretar tus sueños.
A vos, humilde y sincera, que aprendes de lo que te rodea cada día más.
A vos, que vas abierta por la vida, siempre mostrando el corazón, siempre diciendo tus sentimientos.
A vos, que la vida te pego fuerte, psicológica y físicamente, para que aprendieras a quererte.
A vos, que te aguantas las lágrimas aunque duelan, manteniendo siempre firme el corazón.
A vos mujer, que no te mata la espera sino que te reafirma quién sos y qué buscas.
A vos, que dejaste de insistir en darle la mano a esos fantasmas que quieren asustar.
A vos, ternura, que te gusta sentirte protegida en un abrazo, que te gusta mimar y que te mimen.
A vos, que podes ser dulce y detallista como la brisa del mar en un atardecer de verano.
A vos, mujer guerrillera, que matas bajo la luna y a la luz de las velas.
A vos, que por buena te han marcado las cartas más de diez veces, pero aún así seguís confiando.
A vos, que crees que el mundo puede cambiar, que no hay nada imposible, y que toda energía que va, vuelve.
A vos, que disfrutas estando contigo y disfrutas acompañada, riendo, compartiendo, intercambiando.
A vos, que entendiste que solo de vos depende tu bienestar.
A vos, que caminas, cultivas y creces, todo a la vez.
A vos, diáfana, sincera, transparente, seductora, loca, divertida, reaccionaria, impulsiva, pasional, respetuosa, confidente, decidida.
A vos mujer, a vos te digo, todos los días son tu día.

3.3.16

esferas


Nuestra esfera de acción interactúa con las esferas de otros. Sus límites determinan si el encuentro entre éstas fluirá naturalmente o si habrá alteraciones.

Las esferas más blandas se acomodan ante todas, olvidando su propia forma para ello.
Las esferas más rígidas van quebrando a las que se cruzan, demasiado encerradas en sí como para conectar.
Sin embargo, las esferas flexibles, son aquellas que no pierden su esencia ni se dejan romper. Son las únicas que consiguen ver a las demás.

Esferas de energía, eso somos. Limitadas por nosotros mismos.



29.2.16

De deseo somos

      La vida, sin nombre, sin memoria, estaba sola. Tenía manos, pero no tenía a quién tocar. Tenía boca, pero no tenía con quién hablar. La vida era una, y siendo una era ninguna.
     Entonces el deseo disparó su arco. Y la flecha del deseo partió la vida al medio, y la vida fue dos.
     Los dos se encontraron y se rieron. Les daba risa verse, y tocarse también.

[Eduardo Galeano]

II

¡Qué miedo tu miedo! ¡Qué confusión tu indesición!

umbral


Hoy amanecí con el piar de un pájaro invadiendo mi habitación. Creí estar soñando, hasta que lo descubrí atrapado entre las hojas de la doble ventana. Era pequeñito y azul. Me acerqué a ayudarlo pero lo asustó mi bondad. Batió sus apretadas alas sin comprender que no quería lastimarlo, que se necesitaba calmar. Después de varios movimientos, logré correr la ventana y pudo volar. Al rato volvió, supongo que en agradecimiento, y le cantó un rato a la libertad. Es cierto esto que cuento, sucedió hoy, en mi umbral, en mi ventana.

27.2.16

I

Te estaba escuchando contarme tus miedos, hablabas de lo que sentías y de lo que no queres. Era tan real... hasta que apoyaste la almohada en el aire, y en vez de caer, ésta siguió sosteniendo tu cabeza...
Ahí me di cuenta, y desperté.

22.2.16

me pongo así, a veces pasa

El cosmos y las estrellas son sólo alusiones. Imagínate, salir de aca. A veces me cansan las palabras que se dicen; los platillos que resuenan en esta sociedad nunca me terminaron de convencer, quizás sólo busco calma para escuchar. Detrás de toda risa, de todo llanto, hay desvíos de cordura. Dejarse ser, poderse liberar. Y qué si estamos atados de pies y manos? Condicionados por todo lo que nos rodea? Anudados en esta fucking realidad? Me pongo así, a veces pasa, me invaden recuerdos que no puedo cambiar.

21.2.16

levitar

A veces me gustaría poder salir de este mundo, sobrepasar la galaxia y bailar entre las estrellas al ritmo del silencio. Cerrar los ojos, elevarme y flotar, sentir la ingravidez del espacio levitando mis músculos y mi cabeza, dejar ir al recuerdo y al olvido, que la cordura se vuelva estela y que todo lo que soy se desvanezca entre los planetas, que pase a brillar junto a las constelaciones convirtiéndose en ese polvo del que venimos. Reencontrarme así con las almas que ya no están, alimentarme de su experiencia y de su consuelo, y una vez nutrida, recién ahí, dejarme regresar.  

19.2.16

textos olvidados _ palabras

Triturar. Herir. Esperar. Sanar. Vivir.
Arriesgar. Enloquecer. Disfrutar. Sentir. Soñar.
Entusiasmar. Sonreír. Querer. Observar. Aprender.
Morder. Besar. Agitar. Acalorar. Conocer.
Confiar. Escuchar. Ser. Mostrar. Sufrir.
Triturar. Herir. Esperar. Sanar. Vivir.

Palabras generadoras de historias; un hilo, infinitas interpretaciones.

textos olvidados _ escribo

A veces escribo, pero sólo a veces, cuando se me escapan las palabras... porque tienen vida propia... a veces están en mi cabeza pero no quieren salir al papel, y otras aparecen en el papel sin ningún sentido: frases sueltas, palabras extrañas, ningún nexo. Es que es así, cuando quieren escapar no les importa nada, ni coherencia, ni amistades, ni como ven; sólo corren de las manos formando un tren, una tras otra impulsadas. Nadie puede detenerlas, sólo avanzan, atropelladas... y esas veces estoy de buenas.

textos olvidados _ orgasmo

Cuando la energía lo dispone y las almas se entienden, el orgasmo llega más allá del universo, pega más fuerte que cualquier droga. Pero eso sólo se logra con confianza. Y la confianza sólo surge del darse a conocer. Y hete aquí tu miedo: mostrarte.

textos olvidados _ autoboicot

Esto no es sobre ti ni sobre mí, sino sobre nosotros. Un nosotros que nunca existió, más que en sueños de cama. Quizás me di cuenta de que ya era tarde, o quizás fue demasiado temprano, no lo se... Todo siempre es tan relativo. El tema es que tus palabras no alcanzaron para entender, siempre tan inconcluso en tu discurso. Tropecé, es cierto, y en vez de verme caer, me ayudaste a levantar. Esas actitudes que te hacen tan incomprensible, tan extraño en tu rareza, tan dual para enfrentar cualquier situación. Quizás un día decidas abrir la coraza que te llena de inseguridades. Quizás un día puedas confiar y caminar en la cuerda floja con los ojos cerrados... porque no todo en la vida son clavas y malabares, y a veces parece que no lo supieras. No se puede ir malabareando con la gente, porque eso sólo aleja y lastima, a los demás y a uno mismo, y nadie quiere morir sólo. Nadie. Quizás sea tu gracia la histeria que te caracteriza, el no creerte atado a nadie, el personaje infiel que te tragaste pero del cual no sos ni una milésima. Sólo te escondes, o crees hacerlo, porque basta con observarte para reconocer quién sos. Todos estamos quebrados por dentro y tenemos cicatrices y heridas que no queremos dejar ver, pero para estar en paz necesitamos enfrentarlas e ir hacía lo que nos hace bien. La vida es nuestra, y debemos procurar el equilibrio para pisar firme, dejar a un lado los miedos. Esos miedos que te hacen perder lo rico de las cosas, la excitación de lo posible, la atracción de la energía. Si no es uno mismo quien sazona su vida, ésta queda insípida y desabrida. Y yo no quiero perder el tiempo condimentando lo que ya perdió el sabor. Yo voy por la vida entregando el corazón, en mayor o menor medida, todo depende de si lo cuidan, y este no fue el caso. Mi error es ese: rodearme de preocupaciones, hacerme cargo de problemas que no me corresponden, pretender ayudar a quien no quiere ayudarse. Soy buena, tonta e ilusa. Y así no es, pierdo el tiempo y sangran las mismas heridas. Puro autoboicot.

18.2.16

que no te consuma el personaje

Existen personas que las consume el personaje. Todos tenemos un personaje, un diablito minúsculo parado en el hombro izquierdo diciéndonos todo eso que no queremos saber, que no queremos recordar. El problema es controlarlo, y hay quienes no consiguen lidiar con eso, y se los va comiendo de a poquito, no hay vuelta.

La cuestión con este pigmeo es que es un tanto violento, no porque quiera, sino porque fue así como lo criaron desde pequeño. Se alimenta de inseguridades, de sueños rotos, de golpes en la sien; de burlas, de insultos, de energía negativa. Su alma está consumida. Y así va, comiendo oreja siempre, creando sutilmente al personaje destemplado y con miedo a querer, fomentandole el encierro en si mismo para no recibir más golpes. Enfatizando su ego, ensanchando con más piedras su muro.

Cuando se dan cuenta la batalla está perdida, el personaje los comió, quitandoles el alma y el corazón. Y así anda ésta gente, vagando por el mundo, consumida por la vida, no queriendo luchar con su propio ser.


16.2.16

enredos

Tejedora del destino, hila siempre lo que sueña. Hábil asesina que asusta a quien se le acerca. Ocupa las esquinas olvidadas, donde solo pocos llegan y nadie regresa. No tolera amor, ni desengaños. Su condición es estar sola, en busca de una nueva presa. Ama a costo del corazón, así lo teje ella.

12.2.16

consumismo afectivo

Anoche tocaron mi puerta en busca de amor. El consumismo afectivo gestado por miedos de esta sociedad lleva a eso: a que cuando abrís la puerta, te consumen, y cuando la cerras, te quieren ver. Así de contradictorios somos. Aprendimos sólo a consumir, y lo hacemos hasta con las personas. ¿A dónde se están yendo nuestros valores?

Lo que me llama la atención es esa manía de histeriquear permanentemente. Las fantasías que hemos generado sobre las relaciones: que son todo o nada, ¿cómo es que no existe un intermedio? Las personas necesitan conocerse... pero si te conocen demasiado, adiós, chau, me voy, y seguramente sin avisar. Así cuando se disipe en mi cabeza el porque me fui, vuelvo a venir, como si nada.

Así sucede. Y todos somos cómplices de esta realidad. Yo quiero cambiarla. Empecé por mí, claro está. Ahora no le abro la puerta a quien no se quiera quedar, a quien no se anime a arriesgar. Y ahí voy, tranquila conmigo misma.

11.2.16

Capítulo 7. Rayuela.

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.

[Julio Cortázar]

tango

- Escucho y se me cae un lagrimón... A propósito, te gusta el tango?
- Y eso que tiene que ver? Esto no es tango.
- Ya lo se, sólo recordé las tardes en que aún era muy niña y soñaba con ser cantante de tango y practicaba frente al espejo del pasillo. Mi madre nunca lo entendió, no hay futuro en el cantar. Pero no importa, hoy canto igual, no tango, si no lo que quiero y cuando quiero, lo hago sin disimular. Artista frustrada podrás decir... si, seguramente, pero lo hago porque me hace sentir bien y no me importa el que dirán. Si canto bien? Yo que se... mejor ni saber.

4.2.16

ampararse

El equilibrio se halla expresándose. No hay paz más apacible que la que siente el alma al dejarse ser. Transparente, sincera. Porque al final, la vida son las palabras que dijimos, los recuerdos que guardamos, las lecciones que aprendimos, las situaciones de mierda que afrontamos. Es necesario agrietarse la piel, sangrar las heridas, inundar de llanto al corazón. Es necesario curarse y aprenderse a querer. No es fácil, mirar al espejo y reconocerse uno mismo. Desvestir al cuerpo de calvarios, de fobias, de miedos, de inseguridades y de todos los incidentes que no nos dejan ver. Es necesario sobrevivir... a nosotros mismos, a las fantasías que asechan el pensar, a las personas destructivas, al cólera del resentimiento. Debemos aceptar que cada uno es lo que su entorno hizo que sea, y que algunos aprendieron a extraer la energía de los demás, sin querer cambiar, sin buscar su propio bienestar. ¿Qué sentido tiene vivir con rencor -lastimando, lastimándose uno mismo-, amarrándose al dolor conocido por miedo a sentir algo real y distinto? ¿Qué sentido tiene huir de quien nos quiere querer? Sólo es ciego quien no quiere ver. El mundo está lleno de almas coloridas cargadas de pinceles para esbozar nuestro papel. Lo difícil es juntar las fuerzas y atreverse a pintar, quitarse el miedo a mancharse de colores la piel. Ni duele, ni embuste, sólo genera risas y placer.

2.2.16

fragmento de Papillon

[...] Al escribir todos estos pensamientos que tuve hace ya muchos años y que acuden agolpados, asaltándome con tremenda claridad, me pregunto hasta qué punto el silencio absoluto, el aislamiento completo, total, infligido a un hombre joven, encerrado en una celda, puede provocar, antes de convertirse en locura, una verdadera vida imaginativa. Tan intensa, tan vida, que el hombre, literalmente, se desdobla. Echa a volar y, en verdad, vagabundea donde le viene en gana. Su casa, su padre, su madre, su familia, su infancia, las diferentes etapas de su vida. Además, y sobre todo, los castillos en el aire que su fecundo cerebro inventa, que él inventa con una imaginación tan increíblemente viva que, en ese formidable desdoblamiento, llega a creer que está viviendo todo lo que está soñando. [...]

[Henri Charrière]

27.1.16

mis debilidades son mis fortalezas

Hoy te escribo, al menos tres años después, y porque necesito desquitarme. No te guardo rencor sino agradecimiento. Gracias a ti empece un camino tortuoso que me ayudó a conocerme, y desde el cual hoy hablo con propiedad, sabiendo quien soy y qué quiero en este mundo. Guardarte rencor sería absurdo, ya que todo lo que ocurrió fue parte de los hilos del destino -sabios ellos-, que tejieron un encuentro de dos partes que iban a explotar más temprano que tarde. Podría haber terminado peor, pero no. Estuve mucho tiempo ahogada en mis propias lágrimas, aturdida con mis propios gritos, hundida en el miedo y no queriendo salir. Gracias a vos conocí ese lugar. Conocí el significado de las jaquecas diarias que terminaban en vómitos, expulsando todo lo malo que habitaba en mí. Porque eso no era vida sino el propio limbo, todo era negro alrededor. No tenía decisión, no podía hacer, no podía ser. Tenía cadenas con pesadas pesas en mis pies. Dejé de soñar, de querer, de seguir metas, de ver amigos. Fui dejando de a poco mi vida, que se fue convirtiendo en tuya. Pase a ser tu marioneta, el miedo tiene ese poder.

Aprendí a endulzar tus oídos para evitar las jaquecas, a dejarme engañar, a que todo lo mio debía ser tuyo o no debía ser. En pocos términos, aprendí que mi vida no valía nada. Pero era yo quién no la hacía valer, y por eso te agradezco, porque gracias a tus necedades no me quedó otra que aprender a ver -a verme-. Porque fuiste vos quién me mando a hacer terapia para estar menos loca. Aunque después criticaste y odiaste los métodos que atentaban contra ti. Era sabido que nada bueno podía salir de nuestra combinación. Yo muy sumisa, vos muy supervisor. Fue un encuentro del que debíamos aprender, no estaba escrito para siempre ser.

Hoy puedo decirte que "lo nuestro" nunca fue nuestro si no sólo tuyo, y que por ti nunca sentí amor sino pánico. Conocí el miedo, el verdadero terror. Hoy decido que no quiero más aprensión en mi vida, no nací para eso, soy un alma libre. No quiero obsesiones, ni inseguridades, ni amores eternos. No quiero promesas, ni regalos consecuencias de golpes. No quiero jaquecas diarias que me detonen los días. No quiero mentiras, clausuras, ni excusas. No quiero que me llamen puta, ni nada de todo lo que ni fui ni seré. No quiero fantasías sino realidades. Quiero alguien que me vea, que me quiera por quien soy y no por lo que pretende de mi. Quiero alguien que confíe, que sea fiel y transparente y que me haga valer. Quiero alguien que me acompañe en el camino, que me mime sin golpear. Que sea capaz de enfrentar la realidad, de mirarme a los ojos y decirme lo que piensa. Quiero alguien valiente, que se le avive el corazón con simplezas, que me piense cuando no estemos juntos y que me sorprenda en momentos inesperados. Quiero alguien con metas propias, que sepa decidir y que sepa decir no cuando sea necesario. Quiero alguien sano, con quien las cosas sean simples, que me regale sonrisas y me ayude a levantar en mis caídas.

Se que has dicho que has cambiado y que podrías darme todo eso y más, pero no te quiero a vos. Al pensarte, todavía ahora se me estruja el estómago y se me corta el aire, todavía ahora sigo sintiendo el terror. El muro que vos construiste en mí fue el me alejó de vos y hoy soy yo quien se esconde detrás de él. Te perdone, porque considero que nada de lo que pasó es sólo tu responsabilidad y que la vida cargando odio no se aprovecha. Pero no olvido. No olvido las tardes de discusiones eternas que me dejaban sin voz, ni los caprichos que se te metían en la mente, ni las muchas veces en las que hice cosas mientras mi cabeza se cuestionaba el porque. No olvido el miedo. Porque lo conocí y se me arraigó tan fuerte al alma que resulta imposible quitarlo. Supongo queda claro que cualquier cosa entre nos es básicamente imposible, por más que tu obsesión te siga llevando a insistir cada Domingo en que sale la luna a la 1 y 14.

26.1.16

Sesenta

Para todos fue fácil juzgarla, sólo era cosa de rumorear. Hay gente que tiene ese afán enfermizo de querer suponerlo todo. Pero ella no ocultaba nada, cargaba todo el peso del pasado en su mirada. No pretendía la lástima de nadie, con coraje se amarraba las lágrimas y se vestía de esa sonrisa única que siempre la hacía brillar.

[Edwin Vergara]

El miedo

Un día me hallé ahogada en mis propias lágrimas y con un inmenso miedo a gritar. Porque el miedo es así: elocuente, pavoroso y oscuro. Te va calando los huesos, acometiendo tu pensar, y cuando menos lo esperas, te quita toda esperanza del alma, envejeciendote la piel. Te curte, te deprime, te amarra.

Y es necesario convidarle unos tequilas para emborracharlo y ganarle la jugada. No es fácil, ya que el trago le sienta muy bien y huele de antemano cualquier carta que puedas tener. Pero la suerte siempre alterna y a veces a uno le toca, y ahí se debe aprovechar. Dos pasos al frente y el miedo contra la pared, agarrado del cuello, levantado del suelo. Así, sin más, como ese momento en que la montaña rusa empieza a caer y al despabilarte, ya está.

Del Amor y Otros Demonios II

Ella le preguntó qué había del otro lado del mar, y él le contestó: «El mundo».

[García Márquez]

21.1.16

Del Amor y Otros Demonios

[...] A mediados de marzo, los riesgos del mal de rabia parecían conjurados. El marqués, agradecido con su suerte, se propuso enmendar el pasado y conquistar el corazón de la hija con la receta de felicidad aconsejada por Abrenuncio. Le consagró todo su tiempo. Trató de aprender a peinarla y a tejerle la trenza. Trató de enseñarla a ser blanca de ley, de restaurar para ella sus sueños fallidos de noble criollo, de quitarle el gusto del escabeche de iguana y el guiso de armadillo. Lo intentó casi todo, menos preguntarse si aquel era el modo de hacerla feliz. [...]

[García Márquez]

5.1.16

Pero...

El “pero” [...] Es la palabra más puta que conozco [...] “Te quiero, pero...”; “podría ser, pero...”; “no es grave, pero...”; “lo intenté, pero...”. ¿Se da cuenta? Una palabra de mierda que sirve para dinamitar lo que era, o lo que podría haber sido, pero no es.