27.3.16

fuentes de amor


Al Pont des Arts, en París, se le rompió una reja debido al peso de los candados; no soportó tanto amor. Mi hermana, siendo pequeña, colocó un candado con su nombre y el del nene que le gustaba en la fuente de 18 y Yí; siquiera se dieron un pico de escuela. Una vez vi un candado que sujetaba un destapador, me resultó el más sincero y eterno amor -según interpreto- a la cerveza.

Seguro existen las parejas aficionadas a estancar su amor en cuanta reja encuentran. Tantos candados dejados en tantas fuentes en busca de fortalecer el amor... Me pregunto, ¿cuántos más candados en fuentes se colocan, más "eterno y fiel" se vuelve el amor? Me pregunto, ¿cuántas de esas historias siguen vivas aún hoy?

No es mi intención ofender, sólo que no logro asociar las rejas, los candados y las fuentes a un símbolo de amor. Más bien me sugiere una condena, un estar encadenado, encarcelado, atado para siempre... ¿Eterno amor? Creo que no. Considero que el único amor eterno es el propio. Los demás son libres y compañeros, aparecen cuando tienen que aparecer y duran lo que tienen que durar; según cuanto se rieguen y cuanto se cuiden.

Sugiero asociar el amor con nuevos símbolos, que en vez de atar, den alas. El amor tiene que ser libre, sano, sereno. Alimento de energía y de alegrías, que regale abrazos y sonrisas. El amor es comprensión, respeto, confianza, contención, protección. Es poder ser, actuar, expresar y sentir libremente. El amor no tiene miedos, y para nada necesita estar sujeto en forma de candado a una reja cualquiera.

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