2.4.10

Gente.

Iba en el bondi hacia lo de mi padre. Era un 405 a eso de las 20hs. Estaba muy lleno de gente, pero MUY lleno de gente; siempre se llenan a esa hora. Me fui al fondo, a la parte que vas parado. Ese lugar me gusta, me asegura no estar pechando gente a la hora de bajarme y además poder evitar saludar alguno que otro que se sube al mismo bus que vos y no podes ni ver. Ese día mi animo no era bueno, iba pegándose la cabeza contra la calle cada vez que el ómnibus se batía, que es algo que los bondis saben hacer muy bien -más los 405-. Yo miraba a la gente que iba en el bus, cada cual estaba metido en su propia cabeza; vaya uno a saber pensando qué, mirando qué, escuchando qué en sus auriculares. Cada uno con su "humor de bondi", que es ese en el que tu rostro no demuestra ni felicidad, ni tristeza, ni sorpresa, ni nada. Solo muestra el maquillaje corrido después de un largo día de trabajar, la barba desprolija y el pelo para cualquier lado. La única cara que se reconoce, es la de ansias cuando estas cerca de tu parada, o la de aburrimiento porque sabes que queda bastante.
El tema es que me puse a analizar demasiado la situación, y mientras pensaba "esa debe ser secretaria", "ese medico", "esa esta triste", "ese debe venir escuchando la radio porque se ríe demasiado" etc etc. Se me ocurrió una pregunta: ¿cuanta gente de la que esta acá, en este 405, en este mismo momento que yo, tendrá blog?
Y me ilumine. Y me di cuenta que los bloggers montevideanos, a los cuales leo y -tal vez- me lean también, a los cuales dedico miles de horas semanales, de los cuales sé más de lo que creo solo por leerlos, pueden estar acá al lado mio en el bus, o tal vez en mi cuadra o en la rambla conmigo, o en el mismo boliche o charlando conmigo en la farq. Y ta, PIRE. PIRE MAL. Nunca me había dado cuenta que Montevideo es tan chico que capaz que conozco más bloggers de los que creo.

Si no fuera tan yo.

No me tomarían tanto el pelo con sus actitudes los demás.