29.2.16

umbral


Hoy amanecí con el piar de un pájaro invadiendo mi habitación. Creí estar soñando, hasta que lo descubrí atrapado entre las hojas de la doble ventana. Era pequeñito y azul. Me acerqué a ayudarlo pero lo asustó mi bondad. Batió sus apretadas alas sin comprender que no quería lastimarlo, que se necesitaba calmar. Después de varios movimientos, logré correr la ventana y pudo volar. Al rato volvió, supongo que en agradecimiento, y le cantó un rato a la libertad. Es cierto esto que cuento, sucedió hoy, en mi umbral, en mi ventana.

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