La calle Llupes raya al medio,
encuentra Belvedere.
El tren saluda desde abajo
con silbos de tristeza.
Aquellas filas infinitas
saliendo de central
el empedrado está tapado
pero allí está.
La primavera en aquel barrio
se llama soledad,
Se llama gritos de ternura
pidiendo para entrar.
Y en el apuro está lloviendo,
ya no se apretarán
mis lágrimas en tus bolsillos
cambiaste de sacón.
Un día nos encontraremos
en otro carnaval,
tendremos suerte si aprendemos
que no hay ningún rincón,
que no hay ningún atracadero
que pueda disolver
en su escondite lo que fuimos
El tiempo está después.
Fernando Cabrera
2 comentarios:
me encanta esta preciosa canción! y las muchas versiones que de ella escuché
Temazo.
Publicar un comentario