Nunca vio la luz,
no sintió el calor,
no sufrió el dolor,
no vivió el morir.
Muy grande la cruz,
muy chico el honor,
enana actitud
de vivir mejor.
Si encontras algo más fino
que el filo de tu silencio
solo entonces te amaré.
Rebuscada su respuesta,
tanto como tu cabeza
tenías que ser mujer.
Yo sólo quería unos mimos,
Un suspiro de tu ombligo,
Una sopa con sabor.
Eras un rompecabezas,
disfrazado de princesa
eras puro rock and roll.
De este amor que,
Nunca vio la luz,
no sintió el calor,
no sufrió el dolor,
no vivió el morir.
Muy grande la cruz,
muy chico el honor,
enana actitud
de vivir mejor.
Ya había encallado mi barco
en medio de tu pollera,
nunca fui buen capitán.
Y aunque a veces digo basta,
en las noches de subasta,
me las juego hasta ganar.
Como toda señorita
eras bien histeriquita,
eras una ola en el mar.
Siempre cinco para el peso,
siempre abrazo nunca un beso
y ahora ni torta ni pan,
ni este amor que,
Nunca vio la luz,
no sintió el calor,
no sufrió el dolor,
no vivió el morir.
Muy grande la cruz,
muy chico el honor,
enana actitud
de vivir mejor.
Sólo me queda el recuerdo
de este sueño momentáneo,
viejos tiempos de adicción.
A planteos poco cuerdos,
al placer del desengaño,
a la dulce confusión.
Sólo me queda el consuelo
de saberme muy tranquilo,
yo ya se que la pelee.
Me pensaba que era el ciego,
me pensaba que era el pueblo
que era el tuerto y que era el rey.
De este amor que,
Nunca vio la luz,
no sintió el calor,
no sufrió el dolor,
no vivió el morir.
Muy grande la cruz,
muy chico el honor,
enana actitud
de vivir mejor.
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